Se trata de una herramienta de conservación de la naturaleza que se basa en la adopción de acuerdos voluntarios entre diversas partes (propietarios, entidades de custodia y otros) para llevar a cabo la gestión de una zona en la que se quieren recuperar y/o mantener sus valores naturales y culturales. Ésta es una fórmula de gestión de los espacios naturales ágil y eficaz a largo plazo, pues se apoya en la participación social, donde la corresponsabilidad que las diferentes partes asumen supone una garantía de futuro y además, se adapta a cada situación en particular. La FVSM gestiona las fincas de la Muntanya del Voltor y Ariant bajo este mecanismo, del que oiremos hablar mucho en los próximos años, ya lo veréis.